¿Cómo funciona un deshumidificador?

¿Cómo funciona un deshumidificador?

Un deshumidificador básicamente chupa el aire húmedo de la habitación, lo enfría para que la humedad se condense en agua y luego saca el aire seco de vuelta. Tiene un ventilador que mueve el aire a través de unas bobinas frías (como un evaporador) donde se condensa la humedad, que se recoge en un tanque. Después, el aire se calienta un poco al pasar por bobinas calientes (condensador) antes de salir, para no enfriar demasiado la habitación.

Funciona muy parecido a un aire acondicionado, con compresor y refrigerante, pero su objetivo es reducir la humedad en lugar de enfriar el aire. Los deshumidificadores refrigerantes son los más comunes, pero también hay deshumidificadores desecantes que usan materiales absorbentes (desecantes) que capturan la humedad sin necesidad de enfriar el aire. Estos últimos son más efectivos en ambientes fríos.

Son súper útiles para prevenir moho y hongos, mejorar el confort y proteger cosas como muebles y libros del daño por humedad. Además, ayudan a secar la ropa en interiores y a mantener los niveles de humedad ideales para personas con alergias o problemas respiratorios.

Tienen varios componentes clave:

  • Ventilador: Que mueve el aire a través del aparato.
  • Bobinas de Enfriamiento (Evaporador): Donde el aire se enfría y la humedad se condensa.
  • Bobinas de Calentamiento (Condensador): Que recalientan el aire antes de devolverlo a la habitación.
  • Compresor: Que circula el refrigerante entre las bobinas.
  • Tanque de Recolección: Donde se almacena el agua extraída del aire.
  • Filtro de Aire: Para atrapar polvo y otras partículas, manteniendo limpio el aire y el deshumidificador.

Son fáciles de usar: solo necesitas enchufarlo, ajustar el nivel de humedad deseado y vaciar el tanque de agua cuando esté lleno. Algunos modelos tienen una manguera para drenaje continuo, lo que es súper práctico si no quieres estar vaciando el tanque todo el tiempo.

Los deshumidificadores funcionan enfriando primero el aire y luego volviéndolo a calentar. El aire más frío puede retener menos humedad, por lo que al enfriarlo, la mayor parte de la humedad se condensa y se elimina. Esto separa el aire húmedo entrante en dos corrientes: aire seco y agua líquida.

La energía térmica del motor que crea la temperatura fría se utiliza para calentar el aire enfriado nuevamente. De hecho, esto lo hará un poco más cálido que antes, con el extra representando la energía necesaria para operar el motor.